sábado, 30 de noviembre de 2013

Ciencia en el bar 2-2, the Big Van experience

Con tres semanas de retraso (cualquier periodista se escandalizaría por la falta de "actualidad") voy a comentar el segundo episodio de la segunda temporada de ciencia en el bar (los jueves de la ciencia en IDpuntoCERO).

El invitado especial fue Eduardo Saénz de Cabezón, ganador de Famelab España 2013 y fundador de la compañía "The Big Van Theory". Durante 50 minutos nos hizo reír mucho, mientras nos daba una lección sobre números grandes. Se me quedan cortos los adjetivos elogiosos. El hilo conductor era serio y riguroso, pero la forma de contarlo enormemente divertida. Todos los asistentes comentaron que se lo habían pasado muy bien y aprendido mucho. Ese "mucho" no es igual para un matemático que para un periodista, pero en todos los casos percibieron que habitan aprendido significativamente. El santo grial del profesor: ante una audiencia heterogénea conseguir que todo el mundo aprenda algo y nadie se aburra. Chapó.

Hay abundante literatura sobre la vinculación entre el aprendizaje y el estado anímico, seguro que está demostrado que divirtiéndose se aprende mucho más. Lo difícil es conseguir que el personal se divierta en un contexto de aprendizaje. Ahí es donde Eduardo es un auténtico maestro. Ese formato de diversión y conocimiento unidos es la base de los monólogos científicos que concursan en Famelab y que dieron lugar a la compañía de ¿teatro? The Big Van Theory, formada por Eduardo y otros 11 monologuistas. Y es un formato que se adapta bien al bar, a institutos y a teatros, realmente interesante.

En unos días comienzan las V Jornadas de Teatro Científico Divulgativo, en las que participan varios de los Big Van (así como el autor de esta otra obra que ya comenté), un entorno para discutir, afianzar este formato de la divulgación científica, que consiste en subirse al escenario para ir mucho más allá de lo que es una "conferencia".

Volviendo al 7 de noviembre en IDpuntoCERO, además de la charla, completamos el espectáculo con el experimento tabernario, en este caso con una pelota de ping pong, un vaso de agua y una pajita hicimos dos experimentos, en cada mesa el público hacía el suyo. Con la pajita se trataba de mantener la pelota flotando a base de soplar, utilizando el "efecto Coanda", con el vaso de agua se trataba de comprobar un curioso efecto producido por la tensión superficial. Ambas cosas se ven mejor en los siguientes vídeos:




La foto es de Eduardo en un bar, pero no en el "nuestro", está tomada de aquí.




miércoles, 13 de noviembre de 2013

Papá, ya se decir "heliocéntrico"

Me he visto obligado a confirmarle a mi hijo de 12 años que, en efecto, su libro de texto está "equivocado". ¿A que las estrellas no giran alrededor del sol? El argumento es tan sencillo y el error del libro tan gordo que no he encontrado forma de no darle la razón.

Conociendo al personaje, eso le dará gasolina para chulearse con los compañeros, montarle un numerito a los profes y acabar teniendo problemas, porque en la escuela la disciplina y el orden son importantes.  Comparto la importancia de una cierta disciplina y un cierto orden, pero desde luego no por encima del conocimiento.

Fotografiar el libro para airear mi cabreo en las redes sociales me ha permitido mirar con más detenimiento ese pedacito de texto, y eso me lleva del enfado a la tristeza más profunda. Intentaré explicarme. Bajo el título "Qué es el Universo" nos encontramos fechas antiguas, nombre propios, palabras esdrújulas... y mentiras sobre lo que es el universo. Parece que en realidad los aspectos científicos del libro de ciencias son una excusa para transmitir lo más rancio de la tradición cultural: segundo siglo BC, 1542, 1610, Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Geocéntrico, Heliocéntrico... 

A estos niños les explicas que somos polvo de estrellas y se les cae la baba. Les encantan las peculiaridades de los planetas, la expansión del universo, la posibilidad de que haya más universos. En resumen, les encanta el título del tema, qué es el universo, el conocimiento actual, el que se corresponde con lo que ven en documentales televisivos, por ejemplo.

Pero la escuela (o al menos "La Escuela" clásica encarnada en ese libro de texto) se empeña en no explicar eso, sino el origen histórico de ese conocimiento. El tema se transforma en una clase de historia, vehiculada con etiquetas, fechas y nombres, sin la más mínima contextualización de las épocas correspondientes, de lo que podían significar esos conocimientos en aquellos tiempos; sin posibilidad de apreciar la genialidad de los personajes.

Estoy seguro que el autor del libro, quien quiera que sea, sabe que el sol no es el centro del universo, que hay galaxias, que el sol está en una denominada vía láctea que tiene un centro alrededor del que gira el sol junto con millones de estrellas más. Así que me entristece enormemente que, a pesar de ello, escriba una frase como esa "... probó la teoría heliocéntrica, que planetas y estrellas giran alrededor del sol". ¿Que imagen mental tendrá ese autor de los niños? [imagino] ... total, si a esos bobos no les interesa nada de todo esto. Hay que ponen frases sencillas, que es lo que pueden aprender del tirón. Frases que el más zoquete, que lo es mucho, sea capaz de recordar tal cual hasta el día del examen. Da igual no ser precisos, total, lo que omitimos son tecnicismos que jamás entenderían. Si tenemos que formar ciudadanos cultos tienen que saber en qué sigo vivió Galileo, y que la teoría que desarrolló viene del griego "helios", que quiere decir sol... [fin de la ensoñación]. Por supuesto que ignoro si el autor pensaba esas cosas, pero desde luego son perfectamente compatibles con el resultado, un enfoque ni se enseña ciencia ni historia, se limita a enumerar enunciados difícilmente comprensibles y totalmente irrelevantes para los alumnos. 

Eso si, luego entrará en un examen, y si no te sabes que el de 1610 era Galileo suspendes. Y así un día detrás de otro, engullendo enunciados, a veces falsos, a veces no, pero siempre acartonados e irrelevantes. Unos pocos años de este tratamiento elimina cualquier curiosidad científica, cualquier interés por la auténtica esencia del universo.

Así que a través de un carísimo libro de texto, que hay que transportar a diario en una mochila que te destroza la espalda, que limita la capacidad pedagógica de los (pocos) profesores innovadores, lo que conseguimos es matar la esencia de la ciencia que es la curiosidad y el interés por el conocimiento. Me parece tan triste que no me quedan fuerzas para enfadarme.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Ciencia callejera (arrancando las semanas de la ciencia)

El pasado jueves día 7 arrancaban las semanas de la ciencia en Pamplona. La idea es concentrar eventos en unos pocos días de forma que hagan más "ruido" que si se repartieran más en el tiempo. Así los medios de comunicación se hacen eco del asunto y se consigue transmitir a más gente la idea de que la ciencia es importante para ellos... y que no es tan difícil... y que desde luego no es aburrida. 

A modo de inaguración, se montaron unas mesitas en la Plaza del Castillo en las que preparar "atracciones" para los transeúntes. Bueno, no "se" montaron, las montaron personas, gentes que trabajan en el Planetario, una institución que tiene la difusión social de la ciencia como objetivo todos los días del año. 

Una crónica más completa, con la lista completa de participantes y (entusiastas) declaraciones de los asistentes se puede encontrar en el periódico del día siguiente (escaneado AQUI). Yo estuve haciendo avioncitos de papel con niños, con la idea de que además de mirar hay que tener la posibilidad de hacer cosas, y muchos niños entraron encantados al juego. Mientras, en la mesa de al lado, el compañero del Club de Amigos de la Ciencia, Txumi, montaba unos "explotos" verdaderamente espectaculares. Lo pasamos muy bien.

Sólo me queda agradecer a Vicky que nos hiciera las fotos (que son suyas las cuatro) y animar a todos a participar en todos los eventos que aún quedan (ver AQUI).

lunes, 4 de noviembre de 2013

Charla sobre centrales nucleares (y su instrumentación)

Me han invitado a dar una charla en la asignatura de Instrumentación Industrial, sobre el tipo de instrumentos que hay en las centrales nucleares. Al prepararla me he dado cuenta de lo muchísimo que se me ha olvidado todo esto desde que trabajaba en ello (entre 1991 y 1994). Al menos una idea general de la planta y de las principales medidas si podré dar. Las transparencias para la charla son las siguientes: